martes, 1 de febrero de 2011

¿hay alguien ahí?

Me falta algo. No sé el que, ni por qué, ni siquiera si realmente falta. Pero me falta algo.

Tengo la sensación de tener un vacío por dentro, no es hambre que he cenado estupendísimamente, es que me falta algo. Cabe la posibilidad de que la pequeña Daniela, bebé de dos meses de mi amiga Elena, pa comérsela, haya despertado hoy en mí un instinto maternal descontrolado, lo cuál voy a descartar por mis pocas ganas en este momento de un hombre en mi vida.


Empecemos por saber qué es lo que me falta. Mmmm... no lo tengo claro.
Por qué, porque... si no sabemos la respuesta anterior esta no sirve para nada, como cuándo en los exámenes te ponían verdadero y falso, pensabas "he triunfao", seguías leyendo y ponía, "justifica tu respuesta" y ya sabías que tendrías medio punto menos en caso de acertarla.
¿Realmente me falta algo? Lo digo porque existe la posibilidad de que por primera vez en mucho tiempo, no me haga falta nada, y simplemente se me haya olvidado como era sentirse plena.
Aún así sigo pensando que a mí me falta algo. Estoy hecha un lío, ya no sé ni lo que quiero, o quizás no distinga entre las circunstancias condicionantes y el destino.

Siempre he dicho que quien no arriesga no gana, hasta hoy siempre he perdido, así que optaré esta vez por no arriesgar. Puede que esta sea la definitiva, pero algo en mi interior me dice que no va ir bien. Haré caso.
Puede que ese algo en mi interior también sea mi vacío. ¿Por qué no?

Y es que estoy cansada de dejar mi vida en manos del destino, y voy a cambiar mis gafas de leopardo por unas gafas 3D para verlo todo mucho más real y claro. No quiero tropezarme, y no hay necesidad tampoco.

Hoy me siento como un día de nubes y claros, que brilla y quizás rompe a llorar, y aunque llore con fuerza paro, abro los ojos y veo esa reflejo de colores...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.