martes, 22 de octubre de 2013

Otoño, te estaba esperando...

Bueno, pues por fin ha llegado el otoño, y ha llegado cargado de melancolía y nostalgia, aunque no sepa muy bien a qué...
Yo no sé que está pasando, pero cada vez entiendo menos a la gente que me rodea, no entiendo que buscan.
Dicen que quieren encontrar la felicidad, pero siguen lamentandose de no tenerla y continúan con la misma actitud negativa con la cual no encontraran nada.
Dicen que quieren encontrar el amor, pero no buscan estabilidad, solo un buen rato, y eso lo da cualquiera.
Dicen que quieren cambios, pero siguen su rutina, dónde no cambian ni la cafetería donde asisten todos los días.
Dicen que quieren estabilidad, pero tienen la misma mentalidad de hace diez años.

Si quieres cambiar algo de tu vida, tienes que cambiar tu mente.

Siéntate en una mesa, coge lápiz y papel, y escribe "¿Qué quiero?" y pon lo primero que te venga a la mente, después haz una lista de todo aquello que debes cambiar para conseguirlo. Será un camino largo sí, pero fructífero.  Nada se hace en dos días, pero poco a poco puedes hacer lo que te propongas.

Yo he escogido otro camino, el de la rutina. Me voy a limitar a hacer lo mismo semana tras semana. Voy a desaparecer, porque lo que yo quiero es absurdo buscarlo, eso no se encuentra, simplemente llega. Y pese que llevo tantísimo tiempo esperando, ya qué importa esperar un poco más... o quizás ya haya dejado de esperar realmente y este se haya convertido en mi estado natural. 
Esto no me hace vulnerable, todo lo contrario, me ha hecho mucho más fuerte que a cualquiera. Ya por mucho que sople el viento, no es capaz de llevarme a ninguna parte...

miércoles, 21 de agosto de 2013

“En el paraíso" Segunda parte:

Misma ventana, misma brisa y mismo insomnio, y cómo no podía dudarse, mismo paraíso.

Maleta hecha, y dentro he metido ropa, zapatos y mis ganas de irme. Lo bueno que tiene el paraíso es que tienes todo el tiempo del mundo para pensar, y precisamente eso es justo lo malo que tiene, demasiado tiempo para pensar.
Me voy de escapada, me voy a un rincón perdido y lejos de mi rutina. Me voy a ver si tengo suerte y además de tener aire y ambiente nuevos, pego el pelotazo y también tengo nuevos pensamientos. 
Que aquí ya está todo perdido, que ya ni siquiera quedan las cenizas, se las llevó la brisa de mi ventana después de  un escarceo amoroso con su silencio. No es que me rinda, es que me voy a mi casa aburrida de esperar a un cobarde que no se presentó a la batalla. 
Me voy, como quién se iba a las Américas a probar suerte, ellos a ganar dinero y yo simplemente a ganar.
Aquí está el final del capítulo.
Hasta muy pronto... paraíso.

martes, 20 de agosto de 2013

“En el paraíso" Primera parte:

Ahora que la ventana está abierta, que entra una suave brisa, que no se escucha nada, y que te echo de menos. Ahora que el insomnio ha vuelto, que la felicidad llama a la puerta, ahora que empiezo a olvidar momentos tuyos. Ahora que me muero por saber cómo estás, ahora que está acabando el verano, ahora que todo empieza a rodar, ahora que voy a escaparme donde nadie me va encontrar... Ahora, justo ahora, tengo tu mirada clavada en mi mente.

Que caprichosa la vida, en este momento quiere darme alas que es cuando más deseo unas cadenas. Que no, que esto no puede ser así siempre, que yo debo tener el destino de otra persona por error. Si nada cuadra, si no tuvo lógica lo que pasó, ni que estés tan lejos...

¿O acaso te pedí que te fueras?

jueves, 28 de marzo de 2013

Adiós amor. Bey bey bombón. Ciao la mia vita.



Corazón, tú aún a medio hacer, y la de retales que tienes ya cubriendo pequeñas taras.

He decidido que prefiero no verte. No haces de mí una persona mejor, todo lo contrario, sacas lo peor, lo que ni siquiera soy, como los celos o la rabia. ¿Acaso mereces tener todo lo que sostienes en tus manos de mí, sin darme como fianza ni la pequeña limosna de la ilusión?
Soy vida pura, y tú me nublas día sí, día cualquiera, sin saberlo. Pues hoy amanezco yo como el sol de mi ventana, desprendiendo rayos de luz por cada rincón de mi piel, con los ojos brillantes de no poder contener dentro todo lo que tengo para regalar, pero para alguien que lo vea, que tú ya estás tan ciego que cualquiera te sirve de lazarilla de noche. Por eso prefiero no verte, antes de odiarte por lo que has hecho de mí con solo mirarme.
La barra de la pérdida del tiempo se está convirtiendo en un vago recuerdo del pasado. Que me queda tanto por delante que siento como si fuera a tirarme de un avión en paracaídas.
Pobre de mí, que torpe he sido, que ahora escribiendo esta despedida, caigo en la cuenta de que todo este tiempo que me ha castigado la soledad, fui yo solita la que se cubrió con su capa, porque que manía del corazón y de aquella que jamás se pierde, llamada esperanza, inconscientemente, o con la conciencia emborrachada por el alma, te estaba esperando. Mira tú que curioso, que me da la risa, pobrecita, pobrecita…
Y ahora bombón abre bien los ojos y mira lo que te digo, he cerrado la puerta, y aquí no timbre que valga, pase lo que pase, no se te ocurra por esa cabecita de pimpollo llamar. Porque lo único que te puedes encontrar es eso mismo que voy a intentar evitar, odio.

Bueno, pues he aquí mi despedida querido deja vu…
 Adios amor, bey bey bombón, ciao la mia vita…

miércoles, 6 de febrero de 2013

shs, shs... ¡Qué viene, qué viene!

¡Mi querido rincón! ¡cómo te he echado de menos! Aquí estoy, he vuelto y para quedarme...
Para tu consuelo todo sigue igual, gente que sigue cambiando según de dónde venga el aire, personas que siguen decepcionando y muchas otras que sorprenden cada día más gratamente. 
Aunque mi mente está en blanco, mis ideas se han ido de vacaciones, no te preocupes... He vuelto.
xoxo