Fun, fun, fun... Extraña Navidad este año, desde que tengo uso de razón para mí Navidad es familia, y este año no sé porque pero estoy pasando menos tiempo familiar que durante otra época del año cualquiera. Y es que está Navidad, aparte de ser fría a causa de los vientos polares de puertas para fuera, también lo está siendo aún arropada al brasero de mi salón. Espero que de aquí en adelante cuando abra la puerta de mi casa note ese calor, ese calor que solo mi casa tiene.
Y es verdad que la Navidad cambia a medida que vas creciendo y vas madurando, a raíz de que descubrimos que los Reyes Magos son dos en vez de tres, duermen juntos y tienen una relación extraoficial a la de repartir ilusión y regalos, va perdiendo encanto. Te das cuenta de la gente que falta, es cuando más se echa de menos y cada brindis se convierte en melancolía.
Yo voy aprovechar para escribir a sus Majestades de Oriente:
Quiero salud, para mí y los míos... pero la quiero de verdad. Unión, que yo voy contigo o sino no voy. Quiero comprensión, tanto para mí, como que yo entienda a los demás... Quiero fuerza, que muchos de los que están cerca mía la necesitan. Quiero una venda, para ponérmela en los ojos, que me han dicho que ojos que no ven corazón que no siente...
y por pedir... mil cosas más, pero de momento si recibo esas puedo asegurar que me voy a conformar.
Voy a terminar este post, con un Feliz Navidad y próspero año nuevo, agradeciendo esas más de 500 visitas y recomendando el recién inaugurado blog de José Javier Comas, dónde dejará constancia de sus trabajos, dignos observar. Un gran beso a todos.
Muchas gracias pedazo de artista. Me ha encantado tu entrada, me he visto reflejado en cada uno de los puntos que detallas. Un beso fuerte
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