jueves, 1 de septiembre de 2011

Primos hermanos de Pinocho

Quiero contar todo lo que me pasa por la cabeza, y me siento tan impotente. Bueno, primero pediré disculpas por tener "mi rincón" tan abandonado, pero no dispongo de mi ordenador desde hace meses. Vuestro verano ¿qué tal?, espero que estupendo, ¿yo? los he tenido mejores la verdad.
La gente de mi alrededor ha cogido la tonta manía de decepcionarme, y así llevan toda la temporada, cayendo unos tras otros. Cada decepción distinta, amigas que se arriman al sol que más calienta, amigos que se arriman a la que más calienta. Después han estado las "victimitas" de mira lo que he hecho, pero yo te quiero mucho, y yo en ese momento me planteo la cara de imbécil que debo de tener para que piensen que yo eso me lo creo. Pero por el resto, mi verano bien, tranquilo... no me voy a quejar la verdad.
Ahora que el tiempo ha cambiado y mi manera de ver las cosas parece que también, ahora que no me apetece salir de mi casa, que mis ánimos están en crisis, mis pensamientos agotados y mis sentimientos en huelga, ahora, justo ahora, solo quiero estar sola y que nadie me hable.
No daré mi opinión, porque a nadie le importa lo que yo piense. Cada individuo es plenamente libre de hacer lo que le plazca, yo de acuerdo o no, lo respeto. Esto quiere decir que no quiero ningún tipo de represalias con mi manera de actuar a partir de ahora, porque yo también soy libre de hacer absolutamente lo que me de la gana, mientras que no me meta en tu vida, ni se os ocurra decir nada.
Yo haré las cosas mejor o peor, seré buena o mala, pero resulta que desde hace dos veranos he aprendido que lo que yo hago pensando en mí, también lo sufren los que me quieren, a día de hoy soy incapaz de hacer nada sin antes pasear por mi cabeza una a una sus caras. Pero claro cada cual tiene su manera propia de pensar...
A partir de hoy, hay muchas caras que no recordaré, ya que esas personas no han pensado en mí, o sí lo han hecho les ha importado lo mismo que mí el rescate de un loro, yo no voy a pensar en ellas, ni tener consideración ni compasión. ¿Suena egoísta? ¿prepotente? ¿sangre fría quizás?, diganselo a mi espalda que está llenita de cuchillos, y comprobarán que la escarcha no es capaz de brotar de una llaga. Seguramente sean los dolores causados que ya me hacen hasta delirar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.