miércoles, 2 de marzo de 2011

Mucho te quiero perrito, pero pan... poquito.

El interés no tiene fronteras. Menos que el amor incluso.
En mi caso, la enana gruñona de mi amiga de toda la vida, dice que soy tonta, que se aprovechan de mí.
Yo soy lo que me han enseñado, y mis padres me educaron diciéndome lo siguiente: "para dar no es necesario recibir".
Hasta ahí todos estamos de acuerdo. En mi caso, el detalle que no cuadra es, que a mí no me importa darte todo lo que tengo a cambio de nada, porque soy así, lo que no me vale es que yo haga todo lo que pueda para ayudarte en lo que sea, cuando sea y como sea, y que luego des la espalda. Que luego claves puñales.
Guarda tus puñales para defenderte cuando te ataquen, porque como sigas atacando a los que están contigo, solo te quedará tu imagen en el espejo. Esa será tu única compañía.
Que quieres escoger ese camino, me parece bien, pero a mí puerta no vuelvas a llamar, que no es la primera vez que pasa. Que tú estás bien, y yo río contigo. Qué estás mal, y yo te saco una sonrisa. Quieres llorar y lloro contigo. Que tienes miedo, y yo te cojo de la mano. Pregúntate por quién lo haces tú, y si es recíproco.
No pidas mi mano en el fuego por ti, porque ya no tengo espacio en mi piel sin quemaduras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.