viernes, 12 de noviembre de 2010

Si yo tuviera un barco, sería un barco pirata.

La misma película de siempre, con distintos personajes y decorados. Va siendo hora de cambiar la historia.
Habrá que volver al principio y empezar a caminar de nuevo, con otras ideas nuevas y espectativas renovadas. Otra ilusión, por tanto otra visión de las cosas. Habrá que volver al principio y empezar a caminar de nuevo, pero con más ganas.
Esta vez me he quedado en el intento, y eso no podrá repetirse de nuevo, no habrá beneficio de la duda, o quizás sí, no habrá margen de error, o quizás sí, pero comenzaré con la idea de que no.
Imaginaré que voy en un barco, a la deriva, si hay algún error la culpa será mía, si algo falla ya sabré a quién pertenecen las consecuencias. No podré venirme abajo o el barco se hundirá, no  miraré atrás porque no encontraré la solución ni respuesta a problema alguno. Seré realista y consciente de que no siempre la mar estará tranquila, vendrán tormentas, pero todos sabemos que después de la tempestad siempre viene la calma.
Cambiaré mi forma de hacer las cosas, porqué se ve que tal y como las hago no salen bien. Pero algo tengo muy claro, y es que no cambiaré mi forma de pensar, ni personalidad, ni mis principios.
También iré con más cuidado, porque resulta que siempre hay un piedrecita mu jartible en mi camino, y me caigo una y otra vez, y aunque siempre me levanto, ya empiezan a dolerme los riñones señores...
A todos aquellos que están a mi lado les aviso, paciencia conmigo, aún más de la que ya tenéis...
Pues eso es todo por hoy, es viernes y este fin de semana me tomaré alguna que otra copita a vuestra salud, en caso de que no tenga la suerte de veros.

"Sólo hay una fuerza motriz: el deseo"
Aristóteles

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