lunes, 8 de noviembre de 2010

Un día completo.

Bueno... podría decirse que el día de hoy ya ha terminado.
He tenido una mañana y tarde estupenda con una persona a la que quiero con locura, que hacía tiempo que no veía y nos hemos dedicado a ponernos al día, gracias.
Durante la tarde me he quitado un peso de encima, que me empujaba hacia abajo como lozas en mis hombros, quitada esa espinita se me ha dibujado una sonrisa y un inevitable sentimiento de tranquilidad me ha invadido.
La noche ha empezado un poco triste debido al dolor que he visto reflejado en las caras de personas que aprecio muchísimo.
Después he tenido una cena y sobremesa en la cual me he reído bastante, lo que tiene juntarse con locos.
En esta sobremesa he escuchado una frase que me ha encantado, "aprende a quererte a ti, antes que a los demás", a lo que ella para sí misma ha contestado que no puede hacerlo.
Comparto eso, no puedo evitarlo, a mí que me claven puñales, pero a mis tesoros, como yo les nombro, que no se atreva el aire a rozarles siquiera.
En este momento, me doy cuenta de que cuando quiero algo, lucho por ello... sin embargo, tengo una duda, ¿por qué no luché por aquello que me hizo tanto daño hace no mucho?, si hizo daño, importaba, pero si importaba... ¿por qué lo dejé ir? ¿por qué huí?
Dios, que triste, acabo de darme cuenta de que soy cobarde. Yo que día a día me recuerdo una de mis citas preferidas, "siempre duele más renunciar que pelear", y ¿ahora qué?
Mis cimientos se desvanecen, con lo contenta que había entrado en mi casa, lo que yo diga, las vueltas y vueltas que da la noria...
Empiezo a pensar, que no estaría de más que fuera a terapia...
Buenas noches, y espero que mañana sea otro día y lo vea todo mucho más claro.
Ah... por cierto, a todos aquellos que en el día de hoy, habéis hecho un sitio en vuestra apretada agenda para leer esto, ¡¡GRACIAS!!
Un beso

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.